Un nuevo año se inicia, nuevas metas por cumplir, nuevos propósitos por desarrollar, nuevas esperanzas en nuestros corazones que, a veces, tiemblan conforme a los pronósticos negativos de otros.
Cada inicio de un nuevo año es, hasta cierto punto, un tambalear en nuestras aspiraciones, ya que nos asaltan las dudas de si podremos cumplir nuestras metas propuestas.
Nada es imposible. Solo tendremos que seguir trabajando con fe, tener presente que el tiempo hay que aprovecharlo, que la mala racha entra sola, confiar y tener fé en que es posible salir adelante.
Dejar a un lado todo lo que entorpezca o perturbe nuestras ilusiones, nuestras aspiraciones, lo que signifique problema, atraso, discordia, en fin, todo lo negativo para nosotros.
Iniciamos una nueva década, con una cadena de aspiraciones que debemos mantener por encima de todo.
No abandonemos nuestros sueños y aspiraciones, tengámoslo presentes en este 2011 que iniciamos.
Feliz Año Nuevo!